Todavía recuerdo, hace mucho tiempo, cuando con apenas 16 años cogía mi caballete, mis pinturas, toda la ilusión del mundo y me marchaba al campo en mi Navarra natal para plasmar en mis lienzos todos los paisajes que mi vista podía abarcar. Lo pintaba todo, calles, arboles, ríos, montañas, etc. mi formación autodidacta me obligaba a investigar y experimentar todas las técnicas y todos los estilos. El paso del tiempo y las influencias de pintores tan importantes en mi carrera como Basquiat, Warhol, Equipo Crónica, etc. hicieron que cambiara el bodegón por un bote de Colon y el paisaje de mi tierra por Batman, Tin Tin, Blancanieves o Mickey Mouse.
Comencé una constante búsqueda por llegar a un punto cómodo en la creación artística experimentando con todo tipo de materiales y técnicas; todo era procesado para definir el carácter de mi obra.
En la actualidad, mis cuadros son el reflejo de mi vida; la publicidad, la moda, el arte urbano, el comic, la televisión, el diseño gráfico, la música y, como no, infinidad de iconos de la cultura Pop, todo es procesado y plasmado en mi creaciones. Cuadros con una gran carga visual en los que la ironía, el humor y la ambigüedad están muy presentes; no hay en ellos un mensaje
determinado, lo cotidiano es lo verdaderamente importante, el espectador es realmente el que tiene que hacer la interpretación de lo que ve.
Me considero un urbanita, la gran ciudad me ofrece infinidad de estímulos, temas, datos, imágenes, escenas, etc. y yo solo tengo que ordenarlo, procesarlo y plasmarlo en mis obras. Pinto sobre tabla (acrílicos, sprays, collage, stencil, etc.) porque necesito un soporte que se asemeje a la dureza de una pared, un muro o una puerta e intento que la base de mis creaciones parezcan trozos de esa calle decadente llena de carteles viejos y desgastados.»Ahora después de varios años de exposiciones y ferias de arte nacionales e internacionales, mi obra puede ser contemplada en muchos paises europeos así como: EEUU, Dubai, México, Colombia y Panamá.